HISTORIAS
DE BARCOS.-
Durante buena parte del pasado siglo,
una salida laboral muy frecuente para los habitantes de los pueblos
costeros, tanto de Galicia como del resto de España, pero
especialmente para los gallegos, asturianos, cántabros y vascos, era
lo que se llamada “ir a navegar”, o lo que es lo mismo, enrolarse
como tripulantes en la Marina Mercante, tanto española como
extranjera.
En los barcos de bandera española,
era obligatoria la contratación de tripulantes españoles, lo que
daba trabajo a una gran cantidad de personal, desde Capitanes a Mozos
de cubierta, y que siempre hicieron gala de una gran profesionalidad.
Esa profesionalidad era la que hacía
que los tripulantes españoles fuesen muy demandados y apreciados en
barcos de nacionalidades, Sueca, Noruega, Alemana, Holandesa etc., y
más tarde en las banderas de conveniencia en las que los armadores
de estos países abanderaban sus barcos.
El desmantelamiento de la flota
mercante española, allá por finales de los años 80 y la entrada de
tripulaciones de países de bajo nivel de renta, propició que esta
salida laboral se viese muy perjudicada.
Además del beneficio económico que
esta actividad reportaba, el roce con personas de otros países,
razas y culturas, proporcionaba a nuestros marinos una mentalidad más
abierta y con unos horizontes más amplios, por lo general, que los
que desarrollaban su actividad en la España de aquella época.
Como es lógico, la actividad
marítima, tan sujeta a imponderables, sufre muchas y muy diversas
vicisitudes que dan lugar a muchas historias, siendo los naufragios
las más impactantes, y de ellas vamos a recordar algunas, que bien
por cercanía o por singulares, puedan tener un cierto interés.
B/T “BONIFAZ”
El próximo 3 de Julio hace 45 años
de la tragedia de este petrolero en las costas gallegas.
El día 3 de Julio de 1964 a las 2130
el Bonifaz, un petrolero de 19.420 TM de Peso Muerto, navegaba en
lastre procedente de La Coruña y con destino Cartagena, después de
descargar crudo procedente de Es Sider (Libia) y de donde había
salido a las 1630, navegaba en niebla cerrada, a 9 millas al Oeste
del Cabo Finisterre, cuando fue abordado por el también petrolero
francés “Fabiola” que se dirigía al puerto de Le Havre cargado
de crudo.
El impacto produce chispas que
encuentran en los gases de los tanques vacíos del Bonifaz, el
combustible perfecto para incendiarse y explosionar, quedando
envuelto en llamas en pocos minutos, y aislando la zona del puente
del castillo de popa, donde se encuentran la mayor parte de los
alojamientos de las 54 personas que iban a bordo (50 tripulantes y 4
esposas).
La tragedia se saldó con 5 muertos y
20 desaparecidos, salvándose 29 personas. Es el mayor accidente
marítimo, en cuanto a vidas humanas se refiere, ocurrido en las
costas gallegas en el pasado siglo XX.
Quizá la misma circunstancia que
propició la tragedia (el barco iba sin carga de crudo, pero
desgasificando los tanques) evitó la catástrofe de una marea negra
de gran magnitud, porque la mayor parte del vertido ardió, aunque
afectó a la costa entre C. Toriñana y A Buitra. De haber ido
cargado, cabe la posibilidad de que en lugar de la explosión se
hubiese incendiado, con más opciones para los tripulantes.
El Fabiola, de bandera francesa,
siguió viaje tras un pequeño vertido de crudo sobre el propio
Bonifaz y un incendio en uno de sus tanques y la cubierta, que fue
sofocado, no sin grandes dificultades, por la tripulación, llegando
por sus medios a puerto. Su comportamiento al alejarse rápidamente
del lugar del accidente fue tachado de poco honroso, al faltar al
deber moral de socorro mutuo entre las gentes de la mar.
Los supervivientes utilizaron uno de
los botes de motor situados en la popa, y con él recogieron del agua
al Capitán, el Radiotelegrafista y un marinero que hasta el último
momento permanecieron en el puente de mando.
El Bonifaz tardó solamente media hora
en hundirse. Los supervivientes fueron recogidos por el mercante
holandés “Setas” (23), el también mercante alemán “Slogan
Málaga” (3) y el destructor español “José Luis Diez” (3) que
habían acudido a la llamada de socorro.
El “Bonifaz”, de la Naviera
Castilla, fundada en 1959 y perteneciente al poderoso grupo naviero
Pereda de Santander, era un petrolero del tipo clásico de tres
islas, de regular tamaño y de los que abundaban en aquella época,
más tarde con el cierre del Canal de Suez por la guerra de los “Seis
Días” empezaron a construirse los superpetroleros, cada vez mas
grandes, para rentabilizar el viaje, pues era necesario rodear todo
África para llegar al Golfo Pérsico, principal abastecedor de
crudo, llegándose a verdaderos monstruos de mas de 400.000 TM.
Había sido construido por Astilleros
de Cádiz en 1959 (era un barco nuevo) y tenía las siguientes
características:
Distintivo EAFXPuerto de Registro CADIZTonelaje Registro Bruto 12.942,38 TMTonelaje Registro Neto 7.395,67 TMPeso Muerto 19.420,00 TMDesplazamiento Máximo 26.030,00 TMEslora 170,67 mts.Manga 21,64 mts.Puntal 11,90 mts.Calado Máximo 9,21 mts.Propulsión Motor B&W 7.500 BHPVelocidad 15 nudosAutonomía a 14 nudos 13.000 millasOtros petroleros de esta serie (T) serían: ESCATRON, ESCOMBRERAS, PUERTOLLANO, PUENTES DE GARCIA RODRIGUEZ, (Los cuatro de Repesa) VALMASEDA, DURANGO (Naviera Vizcaína), BONIFAZ , PIELAGOS (Naviera Castilla), ASTORGA (Cepsa),MEQUINENZA ( Repesa) COMPOSTILLA, RIBAGORZANA (Elcano).El FABIOLA de bandera francesa, había sido construido en Dunquerque, también en 1959 y su armador era la Compagnie Auxiliaire de Navigation. Tenía un Peso Muerto de más de 50.000 TM, lo que significa 2,5 veces el Bonifaz.El nombre de Fabiola proviene del de una patricia romana convertida al cristianismo, heroína de la novela del mismo nombre “Fabiola”de la que fue autos el cardenal Wiseman, de origen Irlandés que había nacido en Sevilla en 1802 y que en 1850 fue nombrado cardenal de Westminster en Londres.En este caso, como en otros muchos, la niebla propició el accidente, pero, teniendo en cuenta que ambos buques llevaban el radar en funcionamiento y a la vista de las declaraciones de uno y otro, si ambos cumplieron estrictamente con lo que dicta el Reglamento de Abordajes, alguien cometió un fatal error.A raíz del caso del Bonifaz, se empezó a plantear la implantación del Dispositivo de Separación de Tráfico Marítimo que tras varias modificaciones, hoy distribuye el paso de los más de 42.300 barcos (sin contar pesqueros) que pasan por Finisterre anualmente.En el més de Julio de 2.008 se organizó un homenaje a las víctimas del naufragio en Muros, de donde eran 6 de ellas, y en Finisterre, con asistencia de algunos supervivientes y familiares de fallecidos y desaparecidos..- Los datos fueron obtenidos de artículos publicados en La Voz de Galicia, El Diario Montañés, de la página de Manuel Rodríguez Aguilar, y de otras páginas que tratan temas marítimos en la red.
Sería digno de comentar el heroísmo del Jefe de Máquinas, que pudiendo salvarse abandonando el buque en uno de los botes bajó a la cubierta de alojamientos, a intentar salvar a los tripulantes que habían quedado atrapados, sufriendo graves quemaduras en el intentoy falleciendo en uno de los botes salvavidas antes de llegar a tierra.
ResponderEliminarComo pescador recreativo conozco este pecio por sonda y por fotos y articulos leidos. Es un pecio enorme. No se puede imaginar la oscuridad, la niebla, humo y fuego y la situación de pánico que pudieron sufrir estes marineros. Sin duda, este accidente marco un antes y un despues en seguridad en el transporte marítimo. Homenaje a las víctimas y que todo el mundo sepa y conozca la historia de BONIFAZ.
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