miércoles, 19 de septiembre de 2012

El Rayo Verde

Aunque este artículo no se refiere a ningún barco, si se refiere a los marinos que son quizás los profesionales, bueno, exceptuando los astrónomos, que mas salidas y puestas de sol observan.
Ya fue publicado por mí en la página Galiciasuroeste hace unos años, y me pareció conveniente adjuntarla a este blog.


Contemplar el “Rayo Verde” desde el Tecla.

En mi, ya casi remota, juventud, se decía que uno de los atractivos que el Monte Santa Tecla (A Guarda, Pontevedra) ofertaba a los forasteros o veraneantes y también a los locales (todavía el término turista no estaba muy generalizado en la zona, además estos son otra cosa) era la posibilidad de llegar a ver el “Rayo Verde”, contemplando la puesta de sol desde la cumbre en los días en que el horizonte era diáfano.
A pesar de que a nosotros los jóvenes, que ni lo creíamos, ni lo dejábamos de creer, pero nos servía de disculpa para subir, por supuesto que a pié, a esperar la anochecida sentados en el Facho, en grupos (o mejor en pareja), contar chistes, cantar y como dicen hoy en día “echarnos unas risas”, había personas (por lo general forasteros) que esperaban pacientemente ver como el sol acababa sumergiéndose en el mar y ,si bien no se de nadie que haya visto el dichoso rayo verde, lo que si es seguro es de que se iban la mar de satisfechos por haber contemplado esa maravilla que son las puestas de sol desde esa privilegiada atalaya.
Ya mas adelante, durante mis años de navegación, asistí por razones profesionales a innumerables ortos y ocasos (salidas y puestas) de sol, y en un par de ocasiones, una en el Atlántico al Ocaso y otra en el Mediterráneo al Orto, tuve la oportunidad de ver un destello de verde muy intenso, de una duración muy escasa, que interpreto como el Rayo Verde.
Hoy, cuando ya los horarios no me apremian, aprovechando las herramientas que Internet proporciona, me decidí a indagar un poco sobre este fenómeno óptico y encontré muy sustanciosos artículos sobre él.
Entre ellos elegí este, porque me pareció muy interesante.
Rayo Verde (A.Zinkova)


Autor: David Barrado y Navascués

Julio Verne,(1) en sus novelas de aventuras, creó o recreó muchas leyendas. Entre ellas, la del “rayo verde”, que sólo pueden ver a la puesta de sol aquellas personas que estén verdaderamente enamoradas. Pero, ¿qué hay detrás de esta licencia literaria? ¿Existe el “rayo verde”?
La respuesta es simple y, simultáneamente, compleja. Sí, existe el “rayo verde”, es un fenómeno real y no una ilusión óptica.
Sin embargo, la explicación del mismo no es sencilla.

Bajo esta denominación, no muy afortunada en castellano (ni es un rayo ni tiene por qué ser de este color) se agrupan una serie de eventos relacionados. Suceden durante la salida (orto) o la puesta (ocaso) de Sol. El primero prueba que no es una efecto de sensibilización de la retina por mirar al Sol mientras éste se oculta. De cualquier manera, basta una fotografía (adjuntamos un buen número de ejemplos) para demostrar la existencia del fenómeno. También puede ocurrir con la Luna (ver imágenes) o, se dice, con los planetas. En todos los casos, nos estamos refiriendo a la aparición sobre el disco solar (o lunar) o en sus proximidades de tonalidades cromáticas diversas, generalmente de color verde, aunque también es posible ver todos amarillentos, azulados o violetas.

Tipos de “rayos verdes”
Espejismo inferior: De forma ovalada, suele durar uno o dos segundos a latitudes intermedias, cuando el disco solar ya ha desaparecido. Generalmente aparecen cuando la superficie está mas caliente que el aire que esta inmediatamente encima, y cuando el observador está próximo al nivel del mar. Aproximadamente, el 70% de todos los avistamientos consisten en esta clase.
Rayo verde, espejismo inferior (A.Young)



Espejismo simulado o superior: Banda irregular que parece salir de la parte superior del limbo solar, con duración entre 1 y dos segundos. El disco solar o parte del mismo se siguen viendo. Acontece cuando existe una capa de inversión térmica por debajo del observador, con la superficie más fría que el aire. Es más probable cuanto más alto se realice la observación, y más evidente cuanto más cerca se esté de la capa de inversión. Este tipo representa aproximadamente una cuarta parte de todos los “rayos verdes”.

Reloj de arena: En ocasiones, durante el orto o el ocaso, el Sol se ve con forma de reloj de arena, con una región más estrecha en mitad del mismo, en vez de forma circular u ovalada. En estas ocasiones, es posible ver que la parte superior adquiere tonalidades verdosas por un tiempo de hasta 15 segundos. Para verlo, hay que estar por debajo de una fortísima capa de inversión térmica. Son poco probables.
Rayo verde,espejismo superior (A.Weismuller)

Rayo verde propiamente dicho: Emisión análoga a la de un faro, que suele aparecer inmediatamente después de la puesta de Sol. Suele tener una longitud de unos poco grados, con una duración de hasta dos segundos. Son muy raros. 
Rayo Verde superior por Eric Frappa del Observatorio Pic  Midí (Francia)

El origen del fenómeno.

Los rayos verdes son subproductos de la refracción y la dispersión de la luz del Sol cuando se encuentra cerca del horizonte y con los espejismos generados durante esos instantes. Debido a que la refracción es mayor a longitudes de onda más corta (colores más azulados), la puesta de Sol ocurre a diferentes instante dependiendo de la longitud de onda a la que estemos observando (antes si ponemos un filtro rojo, un par de segundos después si es azul). Si observamos el fenómeno durante el orto (la salida del Sol), la cronología sería inversa. Así, en principio y en una situación ideal primero veríamos una puesta de Sol dominada por el color rojo, seguida de una amarilla, verde, azul y terminando con una violeta, en un intervalo de unos pocos segundos.

Sin embargo, la dispersión de la atmósfera (razón por la cual vemos el cielo azul durante el día, a pesar de que el Sol emita primordialmente en el color amarillo) causada por las moléculas de aire y por los aerosoles provoca que la luz a longitudes más cortas (más azules) sean fuertemente desviadas cuando el Sol está cerca del horizonte, debido a que su recorrido es muy superiora cuando el Sol está en lo alto del cielo. Si además hay algo de neblina en el aire, el fenómeno se ve reforzado. Por tanto, los colores violeta y azul tienden a ser eliminados, dejando que las tonalidades verdosas dominen durante los últimos instantes del avistamiento del Sol cuando se pone (o los iniciales cuando sale).

(1).- Julio Verne.-
“Le rayon vert” novela de aventuras de la serie Viajes extraordinarios .-1882

Ignácio Sáa
(Setiembre 2012)
Se puede obtener mas información en :
http://www.madrimasd.org/blogs/astrofisica/2006/05/16/22970 


13/11/2012
Foto original

Ampliación 1

Ampliación 2
Foto obtenida en los montes de Oia y enviada por Lara Castellanos, que viene a ilustrar sobre el fenómeno.