El
Andrea Doria
El Andrea Doria |
A mediados del pasado siglo el
transporte de pasajeros entre continentes se hacía mayoritariamente
en buques conocidos comúnmente como trasatlánticos y para ello
había establecidas una serie de lineas regulares operadas por
distintas y prestigiosas compañías que competían entre ellas para
ofertar mayor rapidez y confort.
Estatua de Andrea Doria, situada a bordo |
Uno
de estos buques, el Andrea
Doria,
buque insignia de la Societá Italia di Navigazione fue el tercer
barco italiano de esta compañía terminado de construir después de
la segunda guerra mundial, y representó -como dijo un locutor de
radio- "un ejemplo del mejor genio artístico italiano".
Construido en Génova en el año 1951, entró en servicio en 1953.
Tenía una eslora de 213,80 metros, 27,50 de manga y 29.083 Toneladas
de registro bruto. Con capacidad para 1.221 pasajeros en tres clases,
y 563 tripulantes, tenía tres piscinas descubiertas y salones
decorados con valiosas obras de arte, incluida una escultura en
bronce del almirante genovés que dio nombre al transatlántico.
Propulsado por dos hélices movidas por turbinas de vapor, alcanzó
en pruebas una velocidad de 25,3 nudos, aunque su velocidad de
crucero era de 23 nudos.
El
17 de julio de 1956, el Andrea
Doria zarpó
de su puerto base de Génova con escalas en Cannes, Nápoles y
Gibraltar, para pasar el estrecho de Gibraltar y poner rumbo a Nueva
York, su línea habitual, a una velocidad de 23 nudos, una media que
debía mantener para respetar el horario establecido, cosa habitual
en barcos con linea regular establecida. La intención del capitán
Piero Calamai era recalar en el buque faro de Nantucket (fondeado al
sur de la isla de su mismo nombre, a 159 millas de la entrada del
puerto de Nueva York), para pasarlo por el Sur, una maniobra
corriente en la época (tanto para los buques que entraban como para
los que salían).
Stockholm |
El
25 de julio a las 11.30, sale del muelle 97 de Nueva York el
transatlántico Stockholm,
de bandera sueca, con línea regular entre Norteamérica y los países
bálticos, un bello y elegante buque de pasajeros de la Svenska
American line, y navegando en la estela del también trasatlántico
de línea francés Ile
de France.
Hacia
las 2300 horas de ese mismo día 25, tanto el Andrea
Doria,
como el Stockholm,
navegaban en las proximidades del buque faro de Nantucket, en
diercciones opuestas, con mar en calma, pero mientras el Stockholm
gozaba de una visibilidad bastante buena, el Andrea
Doria
navegaba en condiciones de visibilidad reducida por encontrarse
dentro de un banco de niebla.
Capt. Calami |
Ambos
barcos , aún sin identificarse, se detectaron en la pantalla de sus
respectivos radares, y cuando la distancia entre ellos era ya tan
solo de unas 3,5 millas, maniobraron para evitar el riesgo de
abordaje y pasar babor con babor según estipula el Reglamento. El
Stockholm
cayó 20 grados de su rumbo a estribor, como prescribe el citado
reglamento que en caso de vuelta encontrada, determina que ambos
buques deben caer a estribor. Sin embargo el Capitán del Andrea
Doria,
ante la proximidad de la isla de Nanctuket, temió acercarse
demasiado a tierra, con la nula visibilidad que en esos momentos
tenía y optó por caer a babor, cruzándose en la proa del
Stockholm,
que cuando avistó las luces del barco italiano, puso sus máquinas
atrás toda. De todos modos, era demasiado tarde para que las
maniobras del Andrea
Doria
o del Stockholm
tuvieran éxito.
Ile de France |
Poco
tiempo después,las 2310, la proa del Stockholm,
reforzada para resistir los hielos como muchos buques que navegan por
el Báltico, perforó el costado de estribor del Andrea
Doria
a la altura de cubierta y, dado que el transatlántico italiano
llevaba gran arrancada, se produjo un desgarro de 12 metros de
longitud. Finalmente, los dos buques se separaron y quedaron parados;
ninguno de ellos conocía todavía la identidad del otro. Los daños
sufridos por el Stockholm
eran bastante graves, habían desaparecido 18 m. de proa, pero el
mamparo estanco de proa estaba resistiendo y parecía no existir
peligro inmediato de hundimiento.
En
el Andrea
Doria las
consecuencias fueron trágicas, con siete de sus once cubiertas,
abiertas por la nave sueca, el agua entraba inundando el
trasatlántico italiano. La parte más averiada fue la cubierta C,
donde los pasajeros de trece cabinas de tercera clase, murieron
destrozados por el Stockholm,
ahogados por la inundación o cuando cayeron al mar. Inmediatamente
empezó a escorarse a estribor.
Tanto
el Andrea
Doria como
el Stockholm
siguieron transmitiendo, a través de la onda de socorro, que habían
entrado en colisión con un buque desconocido, y varías
embarcaciones acudieron al lugar, la más cercana, el
Cape Ann,
se encontraba a 15 millas, pero era un pequeño mercante que tan sólo
disponía de dos botes y, por tanto, poco podía hacer para socorrer
a las más de 1.700 personas a bordo del Andrea
Doria.
De todos modos, el Cape
Ann
se acercó a toda máquina, seguido por el transporte de tropas de la
Marina norteamericana William
H. Tkomas
y el petrolero Robert
E. Hopkins.
Entretanto, el transatlántico francés Ile
de France,
que se hallaba más adentrado en el Atlántico, corría a socorrerlos
después de haber invertido su rumbo; pero fue el mismo Stockholm
el que recogió los primeros supervivientes del transatlántico
italiano.
El
aumento del ángulo de escora del Andrea
Doria creaba
grandes problemas. En primer lugar, no era nada fácil, ni siquiera
para los más jóvenes, desplazarse por una cubierta con más de 20
grados de inclinación; en segundo lugar, una vez el buque sobrepasó
los 15 grados resultaba imposible botar los ocho botes de salvamento
de babor, mientras que los de estribor debían ser botados casi
vacíos dado que estaban demasiado separados del costado para
resultar accesibles con facilidad. Para hacer aún más difícil el
salvamento se añadieron la niebla y la compleja posición de los
pasajeros, muchos de los cuales estaban heridos y al encontrarse en
la zona afectada por la colisión, tenían que ser liberados de entre
la chatarra.
Afortunadamente,
los buques de socorro, gracias también a la proximidad de la costa,
empezaron a llegar alrededor una hora después de la colisión, y a
las 04.00 todos los pasajeros supervivientes y la mayor parte de la
tripulación habían sido puestos a salvo, sólo permanecían a bordo
el capitán y un pequeño grupo de voluntarios, en su mayoría
oficiales y marineros veteranos, esperando los remolcadores. Pero a
las 0530, cuando la escora llegó a 40 grados, también ellos fueron
obligados a abandonar el buque. En aquel momento, el lle
de France,
el transatlántico francés que había recogido a la mayoría de
supervivientes, se movía en círculo, haciendo sonar la sirena y
arriando por tres veces la bandera en señal de saludo a los muertos,
y luego reemprendió el rumbo hacia Nueva York.
El
Andrea
Doria seguía
escorándose lentamente. A las 10.00 yacía sobre su costado de
estribor, y a las 10.09 se hundió.
Parece
extraño que no se pensara en remolcar el buque siniestrado, que
estuvo flotando varias horas después de la colisión, hacia la isla
de Nantucket, a fin de encallarlo en un bajo, donde podría haber
sido recuperado.
Andrea Doria completamente escorado |
La
rapidez y eficacia con que fue auxiliado evitó una gran tragedia ya
que de 1705 personas a bordo solamente fallecieron 46 y 5 tripulantes
del Stockholm,
la mayoría durante el abordaje.
La
caída a babor del Andrea
Doria,
se considera una maniobra cuando menos criticable, pues hizo lo
contrario de lo que estipula el reglamento y lo que menos esperaba el
Stockholm.
Pecio sel Andrea Doria |
Pero
como era de suponer, la historia no terminaría con esto. El caso
llegó a los tribunales y ambas compañías se acusaron mutuamente.
Varias páginas se llenaron con declaraciones de testigos y alegatos
a favor y en contra de las acciones de cada nave. Ya durante el
proceso se llegó a la conclusión que el Andrea
Doria
había escorado y se hundió no solo por la colisión, sino por no
haber lastrado, como correspondía con agua de mar para mantener peso
y equilibrio para su seguridad.
Informes periciales posteriores permitieron determinar que de haber cumplido con esto, hubiera escorado un máximo de 7 grados y no 20º como sucedió inmediatamente después de la colisión. Finalmente ambas líneas de navegación llegaron a un acuerdo por medio del cual cada una se hacía cargo de las propias indemnizaciones y desistieron de las mutuas acusaciones.
Informes periciales posteriores permitieron determinar que de haber cumplido con esto, hubiera escorado un máximo de 7 grados y no 20º como sucedió inmediatamente después de la colisión. Finalmente ambas líneas de navegación llegaron a un acuerdo por medio del cual cada una se hacía cargo de las propias indemnizaciones y desistieron de las mutuas acusaciones.
Stockholm despues del abordaje |
La conducta del capitán y del tercer oficial del Stockholm fue analizada por la empresa sueca. Entendieron que no habían actuado mal y obraron en consecuencia. El Capitán Gunnar Nordenson tuvo el privilegio de comandar un nuevo barco, el Gripsholm.
Distinto fue el pensamiento de la empresa italiana. Ya no confiaron una nueva embarcación al capitán del Andrea Doria. El Capitán Piero Calamai, fue el último en abandonar la nave y vivó el restode su vida muy apesadumbrado. Historiadores navales italianos cuentan que en su lecho de muerte, pronunció sus últimas palabras "... seguro que está todo bien, están todos a salvo ?...”
El
Andrea Doria
que yace en un lecho de fina arena a unos 76 metros de profundidad,
se convirtió en uno de los pecios mas apetecidos por los buceadores
de todo el mundo, aunque para visitarlo es necesaria una gran
capacitación, experiencia y medios técnicos.
Como
curiosidad, citar que a bordo del Stockholm
y como marinero, navegaba un español, de nombre Bernabé Polanco,
cuyo comportamiento fue calificado como “ejemplar”.
El
Stockholm,
se dirigió a Nueva York donde fue reparado, siendo vendido a la
República Democrática Alemana (Alemania del este) en 1960 y cambió
el nombre por el de Schafvöderfrundt
(Amistad entre los pueblos) y reformado para 568 pasajeros en una
sola clase.
Los
tiempos del transporte de pasajeros en grandes líneas habían
terminado con el avance de la aviación comercial.
Vendido
en 1985 a una empresa de Panamá, pasó a llamarse Volker.
En
Diciembre de 1986, fue amarrado en Oslo y sirvió de cuartel general
y alojamiento para refugiados de guerra con el nombre del Premio
Nobel de la Paz Fridtjof
Nansen.
En
mayo de 1980 es comprado por la Star Lauro de Nápoles y remolcado a
Génova es totalmente transformado, dedicase e Cruceros por el
Mediterráneo y por el Caribe con el nombre de Italia
Prima.
En
1998 fue arrendado al operador italiano Valtur para cruceros en el
Caribe incluyendo Cuba, con el nombre de Valtur
Prima
y después Caribe
cuando
tomó Cuba como puerto base.
En
2004 llegó a Portugal donde cambió de dueños y fue matriculado en
Madeira, empezando a hacer cruceros con el nombre de Athena.
Actualmente
es operado por la firma española de cruceros Visión con el nombre
de Visión
Athena.
Stocholm como Vision Athena |
Exelente informacion muy completa
ResponderEliminarExelente informacion muy completa
ResponderEliminarMuy completa informacion es exelente por eso es mi lugar preferido
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